Todo el mundo tiene
buenos amigos,
o de eso presumen,
pero siendo sincero
os digo
que a la mínima te crujen.
Ese no es mi caso,
mis amigos son lo
mejor,
momentos buenos,
momentos malos,
siempre están en su
esplendor.
Para empezar está Lorenzo,
que tiene la cara
como un lienzo,
ahora sigo, espera un
momento,
él lo intenta, pero
no liga,
aunque los ojos los
tenga perfectos.
Azules, no verdes, no
te vayas a confundir,
como te pegue te
arrepientes, el tío está en el gym.
Se ha ido con un par
de cerdas,
cuidado si lees esto,
puede ir a por ti.
Guapo, listo,
simpático, y una mierda,
por favor, no me
hagas reír,
no sabe hacer nada y
escribe con la izquierda,
aunque de derechas
sea su ideología
no se lo pensará dos
veces si le dices de ir a una orgía.
Álvaro Gavira Bernal,
este tío es un animal,
come como un cerdo y
encima huele mal.
Era broma, dentro de
lo que cabe,
al final se reirá
conmigo, y él lo sabe.
Ahora se ha echado
novia y está enchochado,
o como él se define:
muy enamorado.
Está podrido de
dinero, lo llaman Abramovich,
pero lo que nunca
hará será cambiar de móvil.
Tiene risa de tonto y
además es “lacioman”,
¿qué se podría
esperar de este capullo subnormal?
XBOX, ropa de marca,
botines DC,
hablar de coches,
otra cosa no sabe hacer,
solo en snow presume
de tener porte,
la verdad es que no
vale para ningún otro deporte.
Otro es un tal
Hilario, yo lo conozco como Bissssuxo,
no os voy a mentir,
tiene la altura de un cartucho
de impresora, el más
despistado de todos es él,
si quedas, suele
llegar una hora después.
Y es así, no lo puede
remediar,
quizás se presente en
la biblio con hilo dental,
o con la sudadera
llena de “pasta de dientes”,
no te hagas el tonto,
todos sabemos que mientes.
Antes tenía novia y
se hartaba de hincar,
ahora está solo y
tiene que tirar de manual.
¿Manuel Sánchez? Ah sí, coño, Lito,
Nadie lo conoce por
su nombre, solo los malitos.
Dieciocho años, barba cerrada
y carnet de conducir,
además tiene novia, ¿por
qué no va a presumir?
Homófobo, pero no
racista,
su lema es: vivan los
negros, fuera los mariquitas.
El tío más presumido
que te puedes echar en cara,
nunca saldrá de su
casa con las cejas mal peinadas.
Corre como un galgo y
ha jugado a fútbol,
pero pensando en el
banquillo creyó que no era lo suyo.
No es muy gracioso el
chaval,
nació guapo pero… ya
está.
Antonio Eduardo
Caballero es otro,
el que ni para ir a
la esquina se baja de la moto.
Unos ciegos tremendos
se pilla el notas,
los sábados, quieras
o no, no deja ni una gota.
Pitidos en tus orejas
suenan a dos bandas,
todos los domingos
con ojeras de oso panda.
Lo estoy poniendo de
borracho al pobre,
pero en sus notas
ninguna baja del sobre,
hacer “simpas” le
gusta hacer a él,
siempre con el móvil,
navegando en la red.
Como Mayorga lo
conocen algunas personas,
lo que ellos no saben es que el buitre asoma.
lo que ellos no saben es que el buitre asoma.
Espíritu carnavalero
a más no poder,
ahora en febrero
cualquiera puede con él…
Siempre haciendo reír
a la gente
haciendo gracias o
enseñando su cara fea de frente.
Padre franquista y
madre muy larga,
hermana dentista y la
otra… bonitas bragas.
Tómatelo a bien
compañero,
hemos estado siempre
juntos menos en primero.
Le toca el turno a
Rafa,
tío serio donde los
haya,
pelito largo y ahora
además gafas,
su seña de identidad
allá donde vaya.
A baloncesto juega
que te cagas,
y pudo ser mejor,
yendo al Unicaja,
no se fue, nadie sabe
por qué,
¿familia, amigos, tú
que crees?
Rubén, tío basto
donde se precie,
si hablas con él,
cuidado, a veces no se le entiende,
debería estar en
segundo, pero ha vuelto a repetir,
cero problemas, al
ejército quiere ir o ser guardia civil,
como su primo, que
como te coja, te puedes despedir
de tus familiares, 20
horas diaras se tira en el gym.
Buena persona allá
donde las haya,
siempre a mi lado,
desde primaria.
Enrique López, él es del Trobal,
aquel sitio
despoblado
donde nadie vive ya.
Está sentado a mi
lado
y lo tengo que
soportar
día tras día, solo
sabe molestar.
Le gustan los
animales y por eso le caigo bien,
me trata como a uno
de sus perros
que tiene por lo
menos cien.
Para el final he
dejado a lo mejor,
no es mi amiga, es mi
amor.
Toca ponerse
romántico, al menos un momento,
no hace falta
resaltar lo mucho que la quiero.
Seis meses lleva ya a
mi lado,
y por lo menos a mí,
se me ha pasado volando,
grandes momentos
juntos hemos pasado,
inolvidables todos, y
no pienso olvidarlos.
Nadie ha cambiado
tanto mi vida,
y espero que este
viaje no sea solo de ida,
nada de esto tiene
que ser una mentira,
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