En mi tercera entrada me gustaría exponer un tema bastante reciente y que creo que nos conmueve a todos, conocido coloquialmente como “lo del Madrid Arena”. Sobre este caso hay muchísima información, pero yo solo voy a hablar de lo más importante del caso, para no extenderme mucho.
Para empezar, habrá gente que aún no sepa lo que es el
Madrid Arena. Madrid Arena es un pabellón multiusos situado en la ciudad de
Madrid, en el recinto ferial de la Casa de Campo, a pocos minutos del centro de
la capital. Diseñado por el Estudio Cano Lasso junto con Sara de la Mata
Medrano y Myriam Abarca Corrales, se construyó a partir del antiguo Rockódromo,
y gracias a su graderío enteramente retráctil, permite adaptar su aforo tanto
en número como en configuración a cada uso concreto: deportes,
espectáculos o
ferias.
Así se define en su propia página web: Madrid Arena es el
lugar de encuentro para los grandes eventos, cuenta con 30.000m2 de superficie
capaces de transformarse de un extremo a otro en función de las necesidades.
Su graderío retráctil permite variar la superficie total de la pista central de 1000 a 2.542 m2. Se comunica también con el Pabellón Satélite, un espacio de 2.104 m2 diáfanos inmejorables para presentaciones y espectáculos.
Su graderío retráctil permite variar la superficie total de la pista central de 1000 a 2.542 m2. Se comunica también con el Pabellón Satélite, un espacio de 2.104 m2 diáfanos inmejorables para presentaciones y espectáculos.

Esta catástrofe se podría haber evitado, ya que el aforo de
la fiesta superaba con creces el permitido, además de las medidas de seguridad
que se deberían de haber tomado. Todo se dio mientras el Dj Aoki se disponía a
pinchar para la multitudinaria fiesta de Halloween.
El exceso de aforo se ha convertido, junto con la
localización del individuo que lanzó la bengala que desató el pánico, en la
principal línea de investigación de la tragedia de Halloween. Los agentes de la
Brigada Provincial de Policía Judicial tienen claro que en el momento de la
tragedia en el Madrid Arena había muchas más personas de las autorizadas, hasta
cerca del doble. Todos los acontecimientos posteriores sólo se explican a
través de esta realidad, que compromete tanto a los organizadores de la fiesta,
como a las empresas de seguridad y al Ayuntamiento, propietario del recinto.
Las consecuencias penales, pero también políticas, son por el momento difíciles
de prever. Las cámaras grabaron cómo en un pasillo se toparon con otro que
intentaba salir. La Policía calcula que podía haber cerca de 20.000 personas en
el recinto municipal.
Dada esta catástrofe, la alcaldesa de Madrid Ana Botella, ha
promulgado que deberá ser necesario el reconocimiento del local por parte del
ayuntamiento antes de que ésta se haga, para evitar más catástrofes, incluso ha
dicho que se prohibirán algunas fiestas.
Con este último comentario no estoy de acuerdo, debido a que
la catástrofe no fue culpa de todos los jóvenes que se encontraban en el
recinto, sino que fue de la mala organización que tuvo el Madrid Arena con su
multitudinaria venta de entradas, o quien las vendiese, porque dudo que el
reciento, sabiendo cuál es el aforo máximo, vendiera más entradas de las
permitidas y además a menores de edad.
Para finalizar la entrada, me gustaría opinar que por
supuesto se deberían de tomar medidas, pero no prohibir fiestas ni nada por el
estilo, sino que la organización de éstas debería ser más severa (y no dejar
entrar a la gente con material pirotécnico). Dicho esto, les aconsejo tener
cuidado cuando vayan a fiestas, beber con precaución (pero poca, no hay que
pasarse) y suerte. Buenos días/tardes/noches, nos leemos.
Podéis seguirme en Twitter: @DiegoSanchezG_
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